LA HISTORIA DE UN MONJE LLAMADO MARÍA
El santoral cristiano nos ofrece toda una serie de historias de personas cuya existencia es mas que dudosa. En muchas ocasiones nos muestran la historia de niñas que al llegar a la adolescencia "milagrosamente" se transformaron en muchachos. En otras ocasiones nos habla de muchachas que tuvieron que adoptar una "apariencia" masculina, simplemente para subsistir. (Publicado en septiembre 2012)
Según nos cuenta el santoral cristiano, Eugenio era un piadoso caballero que enviudó a finales del siglo V en el Líbano, quedando con una niña a su cargo. Su intención era entrar en un monasterio, por lo que propuso a su hija buscarle marido. Ella le contestó que no era su opción, que para nada quería esposar con un marido.
No encontrando otra opción decidieron que la niña se hiciera pasar por niño y entrara en el monasterio como otro monje. Fue así como ingresaron ambos en el Monaterio de Oannoubine, en el Valle Sagrado del Líbano.
El nombre que
tomó fue el de Marinus. Durante 16 años nadie sospechó el secreto que
celosamente guardaba. La vida de oración y ascetismo, creían, era la causa de
su tan fina voz y su aspecto angelical.
Un día tuvo que
pernoctar en una posada y allí una mujer intentó seducirle y al ser rechazada
acusó al monje de haberla forzado, dejándola embarazada.
Enterados
en Oannoubine le expulsaron de la congregación. A pesar de ello no
abandonó al niño y se hizo cargo de él, tampoco hizo público la imposibilidad
de ser el padre. Fuera del convento siguió con su identidad masculina, dedicándose a
mendigar.
Al final el
Abad se apiadó y permitió su reingreso. Al niño lo educaron como a un monje y a
Marinus le dieron las peores faenas del monasterio, en un estado de
semiesclavitud. No fue hasta su muerte cuando se descubrió la realidad.
El caso de
Marinus, luego Santa María del Monasterio (Monk), no es el único que nos
encontramos en la historia. En todas las épocas nos encontramos mujeres que por
querer llevar otra vida, por sentirse hombres, por querer vivir como ellos o
simplemente por amar otras mujeres, tuvieron que llevar una vida de ocultación
que les impidió una vida plena y feliz.
El cristianismo
interpretó su deseo de virtud y virginidad como un don de santidad,
pasando a ser venerada y reconocida como santa. Como siempre cualquier
otro tipo de interpretación no era válida en tan pacato santoral.
Mas:
Travestis, algunos "hombres" que nacieron mujer: Santa Maria de Monk
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