EPAMINONDAS Y EL BATALLÓN SAGRADO DE TEBAS
Aunque las relaciones homosexuales en la Grecia Antigua no estaban perseguidas, estas se movían dentro de unos estrictos códigos de conducta social. Epaminondas los rompió, negándose a casarse y tener hijos...
Si hubo una persona que vivió abiertamente su homosexualidad en la Grecia clásica éste fue el general tebano Epaminondas(418-362 a JC). No solo no se casó nunca, vivió en pareja con Pelópidas durante veinte años, cosa poco frecuente en Grecia, y tuvo además sus propios erastés: Micetas, Asópico con quién luchó en Leuctra y finalmente Capìsdoros con quien fue enterrado.
Desde pequeño se le había impuesto una vida ascética, controlada por una férrea voluntad y turbada por crisis religiosas. Elló le llevó a vivir en muchas ocasiones al borde de la pobreza, rechazando siempre cualquier tipo de enriquecimiento y repudiando los sobornos que le llegaron especialmente del mundo persa.
Con la meticulosidad que solía, el jovencísimo general hizo un cuidadoso estudio de la estrategia y la táctica espartanas, vio que muchas veces la organización por tribus llevaba al desastre final cuando se producían tensiones internas. Y así ideó un sacro pelotón de trescientos hombres, amantes homosexuales como él.
Siendo muy joven salvó la vida en el campo de batalla a su erómenos Pelópidas, este hecho marcó todo su futuro, pues le unió sentimentalmente con su amado compañero y además le sirvió para ver la capacidad de combate de un grupo de élite formado por soldados amantes.
El Batallón Sagrado de Tebas con Epaminondas socavó el poder militar de Esparta, derrotandoles en batallas como la de Leuctra, iniciando una etapa de poder tebano sobre Grecia.
30 años después en Queronea, Filipo de Macedonia y su hijo Alejandro exterminaron las falanges tebanas, el ejército tebano huyó cuando se enfrentó a las abrumadoras fuerzas de Filipo y Alejandro, pero el Batallón Sagrado, rodeado, se mantuvo firme y cayeron donde estaban. Plutarco cuenta que Filipo, ante la visión de los cadáveres amontonados en una pila y entendiendo de quienes se trataban, exclamó:
«Perezca el hombre que sospeche que estos hombres o sufrieron o hicieron algo inapropiadamente».
En el mundo helenístico y macedónico, la pederastia o el culto al "muchacho hermoso" era habitual, una costumbre en la que se mezclaba pedagogía y erotismo, y no siempre sexo. Siempre debía ser una relación consentida y sin una excesiva diferencia de edad, salvo en el caso de los esclavos que no tenían ningún derecho. La iniciativa debía partir del mas joven, encargado de seducir al mas adulto.
Para el mundo helénico era una institución tanto en el terreno militar como en el educativo. Los dioses y los héroes tenían sus amantes masculinos. Zeus, Apolo o Hércules, prototipo de la masculinidad griega y con un largo número de amantes, eran un buen ejemplo de ello.
Si hubo una persona que vivió abiertamente su homosexualidad en la Grecia clásica éste fue el general tebano Epaminondas(418-362 a JC). No solo no se casó nunca, vivió en pareja con Pelópidas durante veinte años, cosa poco frecuente en Grecia, y tuvo además sus propios erastés: Micetas, Asópico con quién luchó en Leuctra y finalmente Capìsdoros con quien fue enterrado.
Desde pequeño se le había impuesto una vida ascética, controlada por una férrea voluntad y turbada por crisis religiosas. Elló le llevó a vivir en muchas ocasiones al borde de la pobreza, rechazando siempre cualquier tipo de enriquecimiento y repudiando los sobornos que le llegaron especialmente del mundo persa.
Con la meticulosidad que solía, el jovencísimo general hizo un cuidadoso estudio de la estrategia y la táctica espartanas, vio que muchas veces la organización por tribus llevaba al desastre final cuando se producían tensiones internas. Y así ideó un sacro pelotón de trescientos hombres, amantes homosexuales como él.
Los organizó por parejas, cada uno comprometido bajo juramento a permanecer hasta la muerte al lado del que era su «compañero», y no solamente en el campo de batalla. Era el Batallón Sagrado de Tebas. Plutarco lo explicaba así: Porque los hombres de la misma tribu se valoran muy poco los unos a los otros cuando el peligro acecha; pero un grupo cimentado en la amistad basada en el amor nunca será separado pues, temiendo la afrenta, los amantes por los amados, y éstos por aquellos, así perseveran en los peligros los unos por los otros.
Siendo muy joven salvó la vida en el campo de batalla a su erómenos Pelópidas, este hecho marcó todo su futuro, pues le unió sentimentalmente con su amado compañero y además le sirvió para ver la capacidad de combate de un grupo de élite formado por soldados amantes.
El Batallón Sagrado de Tebas con Epaminondas socavó el poder militar de Esparta, derrotandoles en batallas como la de Leuctra, iniciando una etapa de poder tebano sobre Grecia.
Tras esta victoria invadió en cuatro ocasiones el Peloponeso. En la última invasión en Mantinea fue alcanzado por una lanza y herido mortalmente. Antes de morir aconsejó la paz, hecho que se produjo inmediatamente. Fue enterrado con su amante en el mismo campo de batalla. Pelópidas habia muerto dos años antes, también en el campo de batalla.
30 años después en Queronea, Filipo de Macedonia y su hijo Alejandro exterminaron las falanges tebanas, el ejército tebano huyó cuando se enfrentó a las abrumadoras fuerzas de Filipo y Alejandro, pero el Batallón Sagrado, rodeado, se mantuvo firme y cayeron donde estaban. Plutarco cuenta que Filipo, ante la visión de los cadáveres amontonados en una pila y entendiendo de quienes se trataban, exclamó:
«Perezca el hombre que sospeche que estos hombres o sufrieron o hicieron algo inapropiadamente».
Y ordenó levantar un monumento en su honor, el León de Queronea:
Mas información:
El Batallón Sagrado de Tebas:
Creo que hay un tema que obviamos, o damos por sobreentendido, ydeberíamos recalcar. El hecho de que en la Grecia clásica no existía conciencia de homosexualidad.
ResponEliminaGracias Javier por tu valiosa aclaración, yo añadiría que tampoco había consciencia de pecado.
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